La capilla de Sant Martí de la Roca se encuentra en lo alto de una colina al sur del pueblo de Camélas. Su ubicación ofrece una vista panorámica del Mediterráneo, el macizo del Canigó y la llanura del Rosellón.
La capilla aparece en los textos como Ecclesia Santi Maritini de Rupe en 1259. Mantuvo una conexión religiosa entre los habitantes de los pueblos de los alrededores, pero fue abandonada gradualmente.
A finales del siglo XVII, muchos edificios religiosos abandonados fueron transformados en ermitas. Es el caso de la ermita de Saint-Martin-de-la-Roca, la antigua ermita de Quérubi, convertida en ermita en 1644 gracias al abad Honoré Cuiro. La ermita fue dotada de una casa en 1646. Muchos ermitaños se sucedieron hasta la Revolución. Hubo siete en las dos primeras décadas. Las condiciones de vida eran realmente muy duras. A raíz de las leyes anticlericales de 1790 destinadas a suprimir los edificios religiosos distintos de las parroquias, la ermita de Saint-Martin fue cerrada. Reabrió en 1801 tras la relajación de las leyes anticlericales.